Receta original aquí
Ingredientes (4-6 personas):
1/2 cebolla
200 g de espinacas frescas
500 g de calabaza
1 l de leche entera
80 g de harina
100 g de mantequilla (80g para la bechamel y 20 g para el gratinado)
500 g de pasta corta (penne, rigatoni, maccheroni...)
100 g de queso rallado (van bien el Pecorino y el Parmesano)
50 g de pan rallado
AOVE
Sal fina
Pimienta negra
Nuez moscada
Preparación:
- La bechamel. Derretir en un cazo 80 g de mantequilla y añadir la harina. Cocer a fuego medio sin dejar de remover hasta que la mezcla se vuelva dorada y huela a tostado.
- Añadir la leche poco a poco sin dejar de remover hasta que haya espesado. Salpimentar y añadir nuez moscada. Reservar tapada.
- Calentar el horno a 220 ºC.
- En una olla llevar abundante agua con sal a ebullición para cocer la pasta. Cocer la pasta 3 minutos (menos de lo indicado por el fabricante).
- Cortar la cebolla en daditos pequeños (brunoise), la calabaza en cubos de 1x1 cm, aproximadamente, y las espinacas en trozos grandes.
- Calentar una sartén a fuego medio con un chorro de AOVE. Rehogar la cebolla durante dos o tres minutos.
- Añadir la calabaza, salpimentar y cocer hasta que se ablande. Agregar las espinacas y cocer un minuto mas.
- Añadir los vegetales a la bechamel y mezclar. Agregar la pasta y mezclar nuevamente.
- Verter la mezcla en una bandeja o fuente alta apta para horno. Espolvorear con el pan y el queso rallado. Añadir unos trocitos de mantequilla por encima y hornear hasta que esté bien gratinado (con grill si es posible).